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Nada sobre feminismo sin feministas

Manifiesto

INTERNACIONAL FEMINISTA

Nada sobre feminismo sin feministas.

MISIÓN

Nuestra misión es promover diálogos críticos y multilingües entre el feminismo, la política exterior, la seguridad internacional y la diplomacia desde México y el resto de América Latina en general. Fiel a nuestros principios feministas, nos interesa promover la pluralidad, la colectividad, la rendición de cuentas y fortalecer la transparencia de las políticas públicas con enfoque de género. 

Consideramos que la sociedad civil tiene un papel fundamental para abrir esos espacios de diálogo. Por ello, analizamos y estudiamos los desarrollos internacionales, las dinámicas de poder globales y los diferentes actores (incluyendo aquellos  organismos internacionales, comunidades transnacionales y activismos periféricos) con el objetivo de nutrir e informar debates que entrelazan lo global y lo local a través del feminismo.

Nuestra meta es aportar a la construcción de una alianza entre activistas, colectivas y la sociedad civil, en general, para la re-apropiación de la agenda internacional de igualdad de género. Visualizamos una alianza encaminada a la construcción, implementación, monitoreo y evaluación de políticas públicas e iniciativas que aseguren el enfoque inclusivo y de transformación radical feminista. 

QUIÉNES SOMOS

Somos feministas apasionadas de las relaciones internacionales y la diplomacia. Analizamos y estudiamos la política exterior y seguridad internacional desde una perspectiva de género con el objetivo de nutrir e informar el debate sobre el rol de México, América Latina y los feminismos en la esfera internacional.

CONTEXTO

Las luchas feministas siempre han sido internacionalistas. Desde la primera guerra mundial, las feministas vincularon el rechazo a la guerra al pleno ejercicio de sus derechos políticos. Aportaron una perspectiva única a las relaciones internacionales en ese contexto al señalar las asimetrías de poder en el sistema internacional, que las mujeres sufren de manera diferenciada en tiempos de conflicto y que el eje para pensar la seguridad deberían ser las personas y no los estados. 

Décadas de activismo de feministas en todo el mundo dieron frutos en diversos frentes. En 1975, México fue sede de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer. Las tres conferencias siguientes y las posteriores revisiones introdujeron el concepto de género en  los regímenes internacionales, como el de derechos humanos, desarrollo y migración. El propio concepto de perspectiva de género nació de estos trabajos y desde la Conferencia de Beijing se recomendó que fuera aplicado en todas las políticas públicas. 

Para el tema de violencia y conflictos, son referencia la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer de 1979, la Convención de Belém do Pará de 1994 sobre la erradicación de la violencia y la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del año 2000. De ella emana la Agenda Mujeres, Paz y Seguridad que, a su vez, recoge el capítulo sobre mujeres y conflictos armados de Beijing y el Plan de Acción de Namibia.

Las feministas, incluídas mexicanas, fueron protagonistas de esta trayectoria. Fueron sus investigaciones las que proveyeron los insumos para la redacción de los instrumentos y fue su incesante cabildeo el que empujó a Estados y organizaciones internacionales a hacer estos compromisos. 

PROBLEMA

La idea de abrir esta plataforma surge de la urgencia de reapropiarse de la bandera feminista en las relaciones internacionales en México y América Latina. Queremos repolitizar el feminismo internacionalista de México. A veces, los debates feministas, los desafíos al statu quo en general, son absorbidos por el sistema, por el patriarcado y/o el capitalismo y se vuelven digeribles, cómodos para las instituciones y los gobiernos. Esto ha ocurrido en varias ocasiones, y podría seguir ocurriendo en el futuro. Debemos ser conscientes de ello.

Muchas feministas, aunque celebramos los esfuerzos estatales para adoptar e implementar este tipo de instrumentos, somos escépticas sobre la capacidad de un organismo patriarcal para convertirse en un actor verdaderamente feminista. Audre Lorde capta acertadamente este problema cuando enuncia que "las herramientas del maestro nunca desmantelarán la casa del maestro". ¿Pueden los Estados remodelar sus propias instituciones de tal manera que la igualdad se convierta en realidad, o veremos cómo las ideas feministas se tuercen y manipulan para servir a las agendas patriarcales y colonialistas? Si ocurre lo segundo, ¿cómo lo evitamos?

Cuando los estados se declaran feministas abren la puerta para que las activistas feministas exijamos responsabilidad, congruencia, apertura y un asiento en la mesa. Sin embargo, necesitamos trazar un puente. ¿Por qué habría de interesar a las activistas instrumentos de política internacionales? En un país donde las in-seguridades de las mujeres son causadas por asuntos que podríamos considerar cotidianos, ¿cómo nos interpelan instrumentos orientados a países que tienen otros recursos o tienen conflictos armados declarados? ¿Por qué involucrarnos? 

El feminismo no es estático y se debe redefinir conforme a las nuevas trayectorias de los movimientos que lo (in)forman. Asímismo, debemos replantearnos y problematizar ¿qué significa el feminismo en la esfera internacional para las feministas mexicanas de la nueva generación? Con el resurgimiento de las luchas feministas en América Latina en específico, nos preguntamos, ¿qué respuesta otorga el feminismo ante las relaciones y problemas particulares de la región? ¿Qué rol debe jugar el feminismo para atender la violencia, la desigualdad económica, la defensa de la tierra y la crisis climática?

En los últimos dos años, el gobierno de México presentó dos políticas clave. Una es la Política Exterior Feminista y la otro, enmarcada en la anterior, es el Plan Nacional de Acción de la agenda Mujeres, Paz y Seguridad. Ambas políticas son instrumentos que, de ser diseñados e implementados exitosamente a nivel local y con la participación sustantiva de la sociedad civil, tienen enorme potencial para resolver algunos de los problemas más urgentes que aquejan al país y la región, y que afectan de forma diferenciada a las mujeres.

Mientras la Política Exterior Feminista (PEF) define los valores y ejes prioritarios para la política exterior del país, el Plan Nacional de Acción de la agenda Mujeres, Paz y Seguridad (PNA) enuncia la políticas públicas que implementa México para la participación y protección de mujeres en contextos de paz, conflicto y posconflicto, al igual que la prevención de violencia de género y medidas de alivio para sobrevivientes. 

Aunque el lanzamiento de ambas políticas–PEF y PNA–fue aplaudido en el exterior, en México fueron recibidas con cautela. La sociedad civil no fue consultada formalmente ni para la elaboración de las políticas, para su implementación y menos aún para su evaluación. Ambas fueron elaboradas con un enfoque vertical desde el Estado.

NUESTROS PRINCIPIOS

  • Nuestro feminismo es antiracista y transincluyente. Entendemos que no todas las luchas antripatriarcales son feministas y que nuestro trabajo siempre estará atravesado por nuestra posicionalidad.
  • Lo internacional es local. Durante demasiado tiempo, los problemas internacionales se han reservado para un campo de experiencia específico y limitado, en lugar de lo que realmente son: críticos para la experiencia vivida de todes.
  • El feminismo se construye desde la colectividad. Nos apoyamos en un círculo consultivo que está siempre abierto a nuevas voces. Nuestra prioridad es construir redes. Juntas vamos más lejos.